Y SI NO LO COMPRO, ¿QUÉ PASA?
En el marketing, los términos necesidad y deseo se usan indistintamente, ambos conceptos son la parte esencial para detonar el intercambio comercial. El correcto manejo de las finanzas personales exige que utilicemos nuestros siempre limitados recursos para satisfacer las necesidades más básicas como alimentación, salud, vestido y vivienda, luego ahorrar y por último, si se puede, darnos nuestros gustos. ¡Parece tan sencillo! Fácil decirlo y entenderlo, pero, ¿qué tal lo practicamos? La línea divisoria entre las necesidades y deseos suele ser muy confusa y cada uno de nosotros la establece a su conveniencia bajo las más ingeniosas justificaciones. Por supuesto que no es malo darse gustos y gozar de los frutos del trabajo, lo que pasa es que muchas veces compramos cosas cuya satisfacción o beneficio no compensa la posterior preocupación por pagar algún crédito o no tener dinero para imprevistos. ¿Cuántas veces te has quedado sin dinero antes de la quincena? ¿Te ha ocurrido q...