UNA TRAGEDIA FINANCIERA QUE SE PUDO EVITAR

Tenía un trabajo en el que ganaba $40,000.00 pesos mensuales (unos $1,750.00 dólares, aproximadamente). Joaquín es un Ingeniero Industrial de 38 años de edad, casado y padre de familia de dos adolescentes de 14 y 12 años, laboraba como Coordinador de Producción en una compañía del sector automotriz. Hace dos meses fue despedido con motivo de la suspensión de operaciones debido a la pandemia del Covid-19 y comenzaron sus problemas financieros, -en realidad comenzaron mucho antes pero no se había dado cuenta, o no quería darse cuenta.
                                                                             Imagen de freepik.es

Podría pensarse que con $40,000.00 mensuales, Joaquín contaría con un buen colchón para emergencias económicas, de hecho, su ingreso estaba muy por encima de la Línea de Pobreza por Ingresos (urbano) que el CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) definió en $3,204.16 mensuales por persona en mayo de 2020, ya que el ingreso repartido a cada miembro de su familia era de $10,000.00. Sin embargo, la familia de Joaquín ya enfrentaba serios problemas financieros antes de perder el empleo. Con deudas crecientes en tarjetas de crédito y sin hacer ajustes a sus patrones de gasto debido a la inconsciencia y a la relativa facilidad con la que le otorgan una nueva tarjeta de crédito a quien gana más de 10 veces el salario mínimo.
En un mes cualquiera, estos eran los gastos fijos de Joaquín y su familia:

Como ya se habrá percatado, los gastos fijos son mayores a los $40,000.00 de ingresos, y aun falta agregar esto:

No se incluyen la compra de ropa y calzado una o dos veces por año, visitas al dentista y al médico, las imperdonables vacaciones 2 veces por año y cualquier otra cosa que se atraviese y pueda ser pagada con las mágicas tarjetas de crédito.
Esta familia tiene un ahorro negativo que se traduce en una deuda creciente, ya que el déficit es financiado con tarjetas de crédito.
Como puede observarse en el primer cuadro, gastan $20,000.00 al mes en hacer el pago mínimo requerido a sus tarjetas de crédito, esto significa que no liquidan todos sus deudas sino que siempre pagan intereses. La deuda actual de Joaquín es de aproximadamente $300,000.00 distribuidos en sus DIEZ tarjetas de crédito y genera intereses mensuales por $16,027.40 (considerando una tasa promedio anual de 65%), de tal forma que su abono a capital es de menos de $4,000.00. Es preciso mencionar que el protagonista de nuestra historia no es un deudor moroso, jamás incumple con sus pagos mínimos, los bancos están felices con él y constantemente le incrementan su línea de crédito,  y ¡cómo no! Con la cantidad de dinero que les hace ganar por los intereses que paga. Cumplido como es, Joaquín dispone de efectivo de sus tarjetas de crédito, con la respectiva comisión del 5%, para juntar para los pagos mínimos de sus tarjetas y seguir siendo un cliente cumplido ¡Para que jamas le nieguen nuevos créditos! 
Nunca se puso a pensar en recortar gastos ni en consumir inteligentemente, el crédito le proporcionaba una fuente inagotable -y costosa- de recursos frescos.
¿Qué hacer ahora? sin empleo, ya se terminó el monto de su liquidación, no tiene ahorros, sus tarjetas al límite de crédito y sin forma de que alguien le preste.
Es una palabra odiosa, pero la vamos a emplear. Si Joaquín HUBIERA ahorrado el 10% de su sueldo durante los últimos 8 años que tuvo un sueldo similar, HOY TENDRÍA $384,000.00, sin contar los intereses ganados. Si HUBIERA preparado su café en casa y no HUBIERA visitado tan seguido las tiendas de conveniencia, en fin, si HUBIERA sujetado su gasto al 90% de lo que ganaba, no HUBIERA visto crecer exponencialmente su deuda y hoy tendría un buen margen financiero para hacer frente al desempleo temporal.
Perder su trabajo fue un inesperado golpe para Joaquín y su familia, pero sólo adelantó una tragedia financiera que tarde o temprano iba a ocurrir, con pandemia o sin ella. DURA LECCIÓN.

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Comentarios

  1. Muy buen ejemplo de visualización , que podemos evitar

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  2. Aprendamos a usar solo lo necesario las tarjetas de crédito, si es posible y nos damos cuenta que somos compradores compulsivos no la adquieras, haganos el buen hábito de ahorrar un porcentaje de nuestros ingresos.

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    1. Muy atinado tu comentario Martha, seamos cuidadosos y prudentes con el crédito.

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